Las sectas son conjuntos de personas que tienen una misma idea en común. Se caracterizan por incluir un único pensamiento y no aceptan ideas fuera de las suyas. Por lo general, las personas que se encuentran inmersas en ellas son seguidores de esas doctrinas que pueden tener diversos tipos de reglamentos los cuales son adoptados y seguidos por sus participantes a rajatabla.
La autoridad es un proceso en el que una determinada persona influye sobre otros individuos. Es decir que se intentan seguir las indicaciones que se dan casi siempre al pie de la letra. El comportamiento que se acentúa sobre la autoridad es influenciado por las órdenes de quien lo imparte.
El término participación, quizá, pueda tratarse de algo muy difícil de definir porque es una cosa que todos traemos innata desde el nacimiento. Participar es formar parte de algo que puede ser que nos demos cuenta o no. Es la acción de ser parte de algo y de intervenir durante un proceso determinado para obtener algún tipo de beneficio.
El respeto es tener consideración por una persona, causa o cosa, dejando de lado el egoísmo en pos de la tolerancia, siendo una cualidad muy importante en cada individuo y clave para el funcionamiento en sociedad.
Existen diferentes tipos de respeto los que van desde el dirigido a un individuo a otros pensados en la consideración por el bien común e incluso por sí mismos, por lo que no hay una sola clase de respeto que las personas deben adoptar.
La salud es un estado que presenta un individuo en donde hay un equilibrio no solo físico sino que también mental y en el medio social en el que se desarrolla. Es indispensable gozar de buena salud para la ejecución de las actividades diarias, de lo contrario la persona con un estado de salud deteriorado no solo tenderá a realizar menos actividades que las otras, sino que además se equivocará con más frecuencia.
La convivencia es la acción por la cual los individuos pueden vivir en sociedad. Esta acción es indispensable para lograr vivir en armonía y de forma conjunta sin conflictos constantes. Para lograr que la convivencia sea pacífica, a lo largo del tiempo se han creado las normas de convivencia. Las últimas sirven para evitar abusos de algunas personas hacia otras y para que, en el caso de que se produzca una acción indebida, se ejecute una sanción acorde.
