Las tormentas son fenómenos climáticos que presentan una gran inestabilidad en la atmósfera. Ocurren cuando las nubes empiezan a acumularse en el cielo y se producen ciertos fenómenos los cuales las desatan.
En las tormentas suelen producirse fenómenos tales como los rayos, los truenos y los relámpagos. También puede estar presente el granizo cuando las nubes se desarrollan de manera vertical. Además existen casi siempre grandes caídas de agua salvo en ciertos lugares en los que el clima es tan seco que las gotas de lluvia no llegan a tocar el suelo, pues se evaporan antes.
Las tormentas pueden provocar un elevado número de rayos, relámpagos y truenos.
Tormentas tropicales
Este tipo de tormentas forman parte del clima tropical de cualquier región que se encuentre dentro de la zona del Ecuador. Surgen de manera intempestiva y se caracterizan por tener una gran afluencia de viento, pues su velocidad promedio ronda entre los 63 y los 118 kilómetros por hora. Suelen estar compuestas por lluvias intensas que comienzan y terminan de manera brusca. Este tipo de tormentas es muy habitual en lugares en los que la vegetación es abundante y exuberante y el clima es extremadamente húmedo.
En promedio, en todo el mundo, se desatan aproximadamente unas 44000 tormentas al día. En el transcurso de un año ocurren 17 millones de este tipo de fenómenos naturales de mayor o menor intensidad.
Eléctricas
Son generadas a partir de la aparición de un tipo de nubes denominado cumulus nimbus las cuales se forman muy cerca de la superficie terrestre y tienen un gran nivel de condensación. Se trata de nubes que contienen diferentes tipos de cargas eléctricas y que, a su vez, están dividas en diferentes sectores en su interior. Esto da como resultado la producción de una gran corriente eléctrica en la parte interna de cada una de las nubes que también puede suceder al rozar unas con otras. Como consecuencia se producen los rayos o los relámpagos. Los momentos en los que solemos ver los rayos tocando la tierra durante las tormentas eléctricas, suceden porque la nube está cargada en forma negativa en su parte inferior.
De granizo
Como dijimos más arriba, una de las características de las tormentas es que pueden producir grandes cantidades de granizo tanto duro como blando. El granizo no es más que trozos de hielo cuyo tamaño puede variar desde pequeños como semillas hasta grandes similares a pelotas de tenis o de golf. Este tipo de tormentas suelen ser devastadoras, pues destruyen todo a su paso ya que el hielo, lanzado desde cierta altura puede dañar cosechas, campos, vehículos y propiedades fácilmente.
De arena
Son las tormentas más difíciles de ver, pues suceden en pocos lugares en el mundo. Suelen producirse en los desiertos o sitios muy secos. Son grandes nubes de polvo y arena que cubren todo a su paso. Es probable que el paso de la tormenta tenga como resultado árboles derribados, vidrios rotos y autos cambiados de lugar lo cual las transforma en un fenómeno climático muy peligroso.
