Los aceites son unos de los aderezos más utilizados al momento de preparar una ensalada o para cocinar. Existen diferentes tipos de aceites de acuerdo a su composición y a su procedencia que seguro, alguna vez has probado.
Se sabe que los aceites contienen diferentes tipos de grasas como las saturadas y las trans que son las más peligrosas para la salud y que hay que evitar a toda costa. Sin embargo, algunos aceites contienen grasas buenas llamadas ácidos grasos que son el Omega 3 y el Omega 6. Los aceites forman una parte esencial en la preparación de un sinfín de comidas, aprovechar sus propiedades benéficas queda en ti y en tus habilidades culinarias.
Los aceites son útiles para aliñar ensaladas y para realizar frituras y cocinar todo tipo de alimentos.
Aceite de oliva
Es el aceite más conocido y uno de los que cuentan con sabor más penetrante. Es el más utilizado en las dietas del tipo mediterráneo y está recomendado para condimentar y para freír, pues soporta muy bien las altas temperaturas. El aceite de oliva cuenta con vitamina E y grasas saludables (omega 3 y 6). Cuanto más virgen sea, será de mejor calidad como en el caso del aceite de oliva extra virgen que es el más buscado por los conocedores de la buena cocina. Además como un extra, el aceite de oliva ayuda a reducir el colesterol “malo” e incrementa el colesterol “bueno”.
De girasol
Este aceite se extrae de las semillas de girasol. Cuenta con ácido linoleico además de vitamina E. Es más liviano que el aceite de oliva y también es excelente para disminuir el colesterol.
De maíz
Se extrae de los granos de maíz y cuenta con propiedades antioxidantes que son benéficas para aliviar malestares cardiovasculares. Al igual que los aceites anteriores, es recomendable usarlo para condimentar y también para freír porque es muy resistente a las altas temperaturas.
Como con cualquier tipo de alimento, no es bueno exagerar su consumo por más saludable que sea.
De cártamo
Se extrae de la planta que tiene el mismo nombre y es muy similar al aceite de girasol aunque no es tan conocido y es mucho menos usado. Cuenta con una gran cantidad de ácido oleico y su sabor, similar al de las avellanas, es muy característico.
De maní o cacahuete
Se extrae de la prensada de la semilla del maní. Su sabor es mucho más neutro y puede usarse para cocinar a altas temperaturas. Además es excelente para preparar mayonesas y salsas caseras.
De coco
El aceite de coco cuenta con una gran cantidad de ácidos grasos que son beneficiosos para la salud. Podemos encontrarlo en dos formatos: sólido o líquido y, en ambos casos, es muy saludable. Sin embargo deberás consumirlo con precaución porque contiene un alto índice de gradas trans y también de grasas saturadas.
Aceite de canola
Al igual que el aceite de soja y del aceite de aguacate, cuenta con un gran sabor y es excelente para condimentar platillos. Cuenta con una gran dosis de Omega 6 y también de Omega 3 que es muy buena para eliminar el colesterol malo del organismo.
