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Tipos de remaches

Los remaches, que también llevan el nombre de roblones, son elementos de fijación que tienen funciones similares a las de los tornillos o a las de los clavos. Es decir que se encargan de unir dos piezas de diversos materiales de manera permanente.

Cada remache se compone de un tubo cilíndrico que se lo conoce como caña, vástago o espiga. En la parte de abajo posee una especie de cabeza -por lo general de forma circular – que presenta un diámetro mayor que el resto del remache. La finalidad de esto es que, al introducirlo, encaje y no se mueva al unir dos piezas diferentes sin importar el material con el que estén fabricadas.

Tipos de remaches

Los remaches se emplean para unir de manera permanente dos superficies.

Remaches del tipo estándar

Son empleados en todo tipo de materiales metálicos especialmente en el cobre, el aluminio o el acero. Son los que más rápido unen dos elementos. Su principal característica -y que los distingue de los demás -es que son los más económicos y también los más sencillos de utilizar.

Paraguas

Este tipo de remaches se emplean para unir materiales blandos con aquellos que tienen muy baja resistencia a la presión, pues pueden romperse con tan solo aplicarle una pequeña fuerza. Son muy versátiles que permiten su uso en elementos de diferente espesor. Además son muy resistentes, pues la corrosión no los ataca.

Los pantalones de dénim o jean cuentan con remaches metálicos en los bolsillos, pues están ubicados en puntos estratégicos que evitan que el pantalón se rasgue en las costuras.

Tipo flor

El uso de los remaches de tipo flor es similar a los del tipo paraguas. Se suelen emplear en materiales de baja resistencia o que son blandos como ocurre en el caso de la madera, el plástico e inclusive la fibra.  Sin embargo, su particularidad es que puede unir también otro tipo de materiales mucho más rígidos y duros. Su nombre lo tiene debido a que al cerrarse la cabeza forma una flor lo cual garantiza que ambas superficies van a quedar completamente fijas e inmóviles.

De estanco

En este caso, los remaches de tipo estanco brindan una fijación estancada y hermética debido a que la cabeza con la que cuentan posee un alto nivel de retención para poder fijarse en el interior de dicha unión. Esto lo convierte en el adminículo ideal para sujetar aquellas superficies que están sometidas a presión o con vapores en los que se deben evitar las fugas como en el caso de las calderas u otros artefactos similares.

Para molduras

Aquí hablamos de remaches del tipo personalizado para fijar las  molduras e imitan los colores de la madera. Al igual que los remaches de tipo estándar, se emplean para realizar todo tipo de armados simples. Además, tienen la capacidad de ser los más económicos del mercado.

Remaches de acuerdo a su método de fijación

De golpe

Son remaches de una sola pieza que se aplican por medio de los golpes de un martillo.

Ciegos

Son los más usados hoy en día, pues una de sus partes permanece oculta dentro del material.

Tubulares o de tuerca

En este caso, los remaches se consiguen de forma simple y cuentan con una rosca que los asemeja a los tornillos y a las tuercas.

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