El herpes es una enfermedad que inflama la piel y provoca numerosas molestias. La causa un virus que con el transcurso de los días forma pequeñas vesículas que también se conocen como ampollas que son transparentes y presentan un líquido de color claro por dentro. Dichas ampollas, al secarse, forman una especie de costra que, si se retira antes de tiempo puede dañar la piel y dejar una marca.
Es una enfermedad normal que puede ocurrirle a cualquier persona. Además, es probable que quienes sean propensos, sufran de ella varias veces al año. No existe una zona del cuerpo específica en la que se produzcan estas vesículas sino que pueden darse en cualquier parte. Por fortuna, existen medicamentos que ayudan a disminuir la carga viral y que también provocan que la enfermedad cada vez sea menos frecuente.
Tipos de herpes: bucal
Este virus puede ser muy peligroso en los bebés recién nacidos debido a que aún no cuentan con las defensas suficientes en sus pequeños cuerpos. Lo mismo ocurre con aquellas personas que padecen enfermedades que disminuyen la fortaleza de su sistema inmune tal como ocurre con el lupus o el VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Tipos de herpes
Bucal
Este tipo de herpes surge en la zona de la boca y sus alrededores. Puede provocar llagas que en algunos casos son muy dolorosas.
Genital
En este caso, hablamos de una enfermedad de transmisión sexual o ETS. Las pústulas pueden afectar la zona alrededor del ano, los genitales y el área de las nalgas. Es un trastorno muy común y una de cada 6 personas de entre 14 y 49 años lo padecen. Cabe aclarar que este tipo de enfermedad no se contrae más que por contacto directo con la persona afectada. Los síntomas son dolor y picazón en la zona genital y en el sitio donde se encuentra la llaga y también puede haber ardor al orinar, dependiendo de la zona en donde se encuentren las vesículas.
Herpes simple
Tipo 1
Se lo conoce con las siglas VHS-1. Es aquel que provoca llagas en los labios y que también puede provocar herpes en la zona genital.
Tipo 2
El herpes de tipo 2 o VHS-2, al contrario del anterior, causa el herpes genital aunque también puede afectar el área de la boca.
En ambos casos, los dos tipos se contagian al entrar en contacto directo de una persona a otra. Cabe aclarar que muchas personas presentan las llagas características de esta enfermedad. Sin embargo, otras no tienen ningún síntoma aparente y solo son portadoras del virus.
Herpes zozter
Este tipo de herpes lo puede llegar a padecer aquella persona que antes tuvo varicela, pues el virus que la provoca permanece “dormido” en el cuerpo hasta que un episodio como estrés o ansiedad provoca su aparición. Algunas personas lo conocen como culebrilla y si bien en la antigüedad se recurría a diferentes rituales para curarlo, hoy en día existen medicamentos antivirales muy buenos que disminuyen el dolor y la molestia que provoca.
